viernes, 18 de junio de 2010

Sudáfrica 2010: Mantener la calma en medio del triunfalismo

La Selección nacional ya está rodando sobre ese difícil y pedregoso camino que suele ser una Copa del Mundo. Debutó con éxito ante Nigeria (a priori, el rival más difícil para muchos críticos del fútbol), pese a no contar con la necesaria contundencia en ofensiva que hubiera simplificado enormemente las cosas y, por ende, evitado el sufrimiento lógico sobre el epílogo.

Su segunda presentación fue ante Corea del Sur. Aquél seleccionado que ya efrentara al equipo argentino en tierras mexicanas allá por 1986. Renovado, claro está, y con muestras de un evidente crecimiento en cuanto a su forma de juego y con figuras de reconocimiento internacional como Park Ji Sung. Los asiáticos se deshicieron de su primer escollo (Grecia) con suma facilidad y amennazaban con amargar a la escuadra de Diego. No obstante, la Argentina arrancó arriba en el marcador y sostuvo el encuentro con solvencia, pese a temer durante varios minutos sobre un eventual empate coreano que -afortunadamente- nunca llegó.

La goleada final por 4-1 (con enorme desempeño de Higuín, Tévez y Messi) deja a la Selección a las puertas de la Segunda Fase. Faltaría un punto más o bien la combinación de algún resultado favorable. Ahora resta enfrentar a Grecia, y quizás sea hora de ensayar variantes: de nombres y esquemas... para cuidar personal y a la vez experimentar en campo, en pos de obtener nuevas conclusiones.

Sin ánimo de ser aguafiestas...ni mucho menos de convertirme en 'contra' (al decir de Alfio Basile sobre una pregunta que le formulara hace un par de años el periodista Román Iutch) y buscando otra perspectiva, lejos de este clima de triunfalismo y de euforia desbordantes, yo me pregunto: ¿Es éste el verdadero nivel de la Argentina o bien los rivales que enfrentamos no supieron ofrecer su mejor versión? ¿Cuál será la real medida que nos ofrezca un parámetro más certero sobre el asunto?

Y a propósito, agrego: cómo somos los seres humanos... llenos de complejidades, de recelos, y de 'vuelteo', por llamarlo de alguna manera. Y sí, es que -al menos a mí- me resulta imposible olvidar que hace siete u ocho meses atrás, Maradona era poco menos que un ignoto e incipiente proyecto de director técnico. Reecordemos aquella durísima paliza en La Paz ante Bolivia. Aquel revés de 6-1 que dejó perplejo al mundo, exultantes a los locales (en especial a Botero -autor de 3 tantos) y colmados de preocupación a los propios. Luego llegaría una serie alternada de victorias y sinsabores que dejaron un mar de dudas y apenas algunas certezas. El golpe posterior que más se sintió fue la caída inesperada de local ante Brasil en Rosario. Inesperada porque, si bien existe siempre la posibilidad una derrota ante el skratch, el contexto y las circunstancias que rodearon a dicho cotejo lo enmarcaron en un clima de euforia y excitismo desmedidos. Más adelante, y ya sobre el cierre de las Eliminatorias, se perdió en Asunción del Paraguay. Es cierto que entre Palermo y Schiavi la Argentina casi logra un empate que a la luz de lo sucedido quizás no era del todo justo. ¿Palermo dije?, sí... Martín Palermo. El mismo que bajo la lluvia y en otro capítulo de su interminable novela con el fútbol y la vida, empujara al fondo la pelota que nos terminara salvando la vida (deportivamente, que se entienda) ante Perú en River. Y cómo dejar fuera al talentoso Mario Bolatti, quien selló nuestro pasaporte a la tierra de Mandela, en una noche que horas más tarde traería varios dolores de cabeza a Maradona, al periodismo y escandalizara al mundo deportivo en general.

Volviendo a Sudáfrica, y para pintar un poco el actual panorama, parciera ser que, luego de un par de resultados positivos y un nivel más que aceptable de juego -con goleada incluida-, don Diegote es el nuevo gurú del fútbol nacional. Calma gente, que esto recién comienza y el horno apenas está tomando temperatura...

Para cerrar, opino que aún falta mucho camino por recorrer. Mucho más que esos "cinco partidos" (frase que se filtró a través de varios medios capitalinos). Y habrá que ver al equipo en medio de otro tipo de situaciones: cómo responde ante la presión de un rival de peso; si es capaz de dar vuelta un resultado adverso desde el inicio de un partido; y si está preparado física, futbolística y anímicamente para sobrellevar la complicadísima tarea de disputar una segunda rueda: allí donde un golpe es sinónimo de 'knock out' y, por ende, el margen de error se reduce a la mínima expresión. Para tener en cuenta...

Así las cosas, Buena Suerte Argentina!!! Y a mantener la cabeza en su lugar... que lo mejor aún puede estar por llegar.

EZEQUIEL E. BATTISTELLA

2 comentarios:

  1. Amigo, compañero y colega, primero que nada te dejo un abrazo. Me gusto mucho esta nota, estoy de acuerdo con vos en que hay que mantener la cabeza fresca y no perderse, eso será trabajo de los muchachos y de Diego. Por mi parte estoy muy tranquilo, entiendo de que se trata el futbol, y las cosas vienen saliendo bien. Nos quedan 5 finales y cabe la posibilidad de ser campeones.
    Eze, un saludo enorme, seguí con lo que estas haciendo.
    Maxi Landivar

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  2. Hola amigazo!!! Cómo va??, tanto tiempo... Bienvenido! Qué alegría enorme encontrarlo por acá...Gracias por dejar tu impresión sobre este post, sobre la selección y el Mundial. Comprendo lo que decís, y a la vez deseo que las cosas salgan como todos queremos, pero para eso todavía falta. Escalón por escalón y sin marearse, que esta película ya la proyectaron varias veces y no siempre termina bien. Confiemos en nuestros jugadores y a darle para adelante! Un abrazo. Volvé cada vez que quieras. Suerte!!!

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