Backstage informativo

Llegué a ese lugar media hora antes, en compañía de mi hermana. Estaba ansioso, expectante. Y a su vez tenía esa sensación propia de todo chico cuando está a punto de dar un importante paso.

Entro, saludo al encargado de seguridad y me pregunta en qué me podía ayudar. -"Vengo a conocer las instalaciones", le dije y casi sin hacer una pausa agregué: -"Soy estudiante de Periodismo, vengo invitado por ...".

Me acompañaron a dar una recorrida. El sitio era enorme, mucho más grande de lo que me hubiera podido imaginar. Moderno, funcional, vertsátil. "Y claro... -me dije- si lo proyectaron y remodelaron específicamente para esto", recordando que hacía no más de diez años que se habían mudado allí. Todo estaba donde debía estar: los controles, la edición, las oficinas, la producción, los estudios, en fin...todo.

Observaba boquiabierto lo que me rodeaba: instrumentos, cámaras, consolas, tapes...gente que iba y venía presurosa por los interminables pasillos, escaleras, pasadizos y demás. Es que alguien expresó hace tiempo: "En la televisión el tiempo es tirano". Y como pude certificar, precería que esa frase se había convertido en una suerte de axioma de dicho medio. Entonces comprendí desde adentro mismo lo que significa trabajar en los medios de comunicación, sea cual fuere el puesto que se ocupe. Y a su vez, me vino a la mente una frase de una profesora mía: "En el mundo del periodismo, el trabajo en grupo, la cohesión y la confianza entre los compañeros es fundamental". Y cuánta razón tiene, es así. Porque en este ambiente, como en ningún otro, sólo no se llega a ninguna parte.

Había que comenzar con el noticiero. Los programas capitalinos desandaban sus minutos finales e iniciaba la cuenta regresiva. Un separador institucional y, tras cartón, alguien grita: -"Aire" !!! Y allí estaba, en marcha una vez más...como todos los días. Y yo, observando el comienzo desde el control, lo viví de manera especial, desde una perspectiva diferente y muy particular, propia de alguien a quien le apasiona esta profesión. El corazón se te acelera y va a mil por segundo. Pienso que sólo alguien que comparta ese sentimiento, puede comprender lo que acabo de expresar.

Minutos después y aprovechando el recreo de una pauta comercial pasé a los estudios, claro está...detrás de cámara, je ("algún día..." -me dije-). El tiempo pasó volando: bloques de noticias, tandas, risas, cambios de escenografía y luces que se encendían y se apagaban alternadamente. Casi sin que pudiera darme cuenta llegó el final...¿tan esperado? Al menos, no por mi parte, jaja. Fue mi segunda experiencia dentro de un estudio de televisión, con un programa desarrollándose en vivo. Para mí, si me apuran...impagable. Me cuesta encontrar un calificativo que resulte preciso y no caiga en el exceso.

En estas líneas intenté expresar -como mejor he podido- aquello que de alguna manera me invadió en mi visita a Canal 9. Y me enorgullece haberlo compartido con ustedes. Gracias y espero les agrade.

Saludos,

Eze