miércoles, 14 de octubre de 2009

Cuando lo no planeado se vuelve genial


Aquel no fue un simple verano más. Era el año 2003 y yo me encontraba planeando mis vacaciones, dónde, cómo y con quién habría de vivirlas.
Meta llamados, preparativos -recomendaciones mediante- y así los días se me pasaron volando...hasta que por fin llegó el momento de partir. Mi destino: Santa Fe. Más precisamente Chabás, ubicado a unos 800 km aproximadamente de Bahía Blanca. Allá me esperaba gente a la que adoro con el alma, entre ellos mis tíos y mis primos.
Es raro, lo sé... es que alguna vez anterior que había estado yo allí, alguien me dijo: -"¿Vos vivís al lado del mar y te venís a pasar unos días de enero acá? Debés estar loco! jajaja. No pude menos que reirme a carcajadas. -"Es que para mí este lugar es un desenchufe, un cable a tierra, y además acá viven familiares míos a los que, con suerte, puedo ver una vez al año, vivimos momentos muy particulares", algo así le contesté. Y fui sincero, porque realmente disfruto mucho estando con esa gente y en ese lugar. Es que allí pude vivir varias de las experiencias más fuertes de mi existencia y conocer muchísima gente, totalmente diferente a mi modo de vida en cuanto a costumbres, modos de vestir, gustos, su visión del mundo, las salidas y "caravanas" propias de los fines de semana santafesinos, etc. (la joda es joda en todas partes, pero en Santa Fe dura hasta cualquier hora, je).
El tiempo pasaba...y los días se hacían cada vez más cortos. Cuando uno la pasa bien de verdad, parecería que alguien (no sé quién ni dónde) se empeñara en hacer correr más rápido el reloj del tiempo. Parece un capricho de esta vida (¿por qué será -me pregunto- que cuando uno sufre le parece que el tiempo es eterno, que no va a terminar nunca esa maldita situación?). Se acercaba lentamente el tiempo de volverme. Mi primo y sus amigos planeaban un viaje a Villa Carlos Paz, Córdoba para pasar allí unos días, descontrolarse, pasear, salir de joda, etc., etc., etc.
Y acá viene lo inesperado. Poque si bien conocía de antemano aquellos planes de los chicos, no estaba en mis planes poder acompañarlos. Me insistieron que fuera y a pesar de mis limitaciones monetarias de aquel entonces decidí mandarme, y fue lo mejor que podía haber hecho.
Cómo me iba a perder eso! Ni dudarlo...jeje. Y allá fuimos. Cuatro "locos" en una Ford a GNC directo a la cúspide de la fiesta y el descontrol del centro de nuestro país. Ya el viaje fue toda una aventura y ni qué decir de los 10 días que vivimos allá. Nos pasó de todo: desde lo más bueno hasta lo otro, y quizá por eso vivimos esos días y esas noches con tanta intensidad que quedaron grabados en mi memoria para siempre. Conocimos unas chicas tucumanas y un grupo de chicos de Córdoba capital con quienes armamos grupo de una. Y siguió el descontrol: asados, cervezas, melón con vino blanco, chapuzones en el río helado... recitales (Almafuerte, Bersuit, Los Pericos en el Carlos Paz Music). Fue genial, por el lugar (las sierras cordobesas), por la gente, por las mujeres de Córdoba, por todo!!!
Junto con otras, esta fue una de las mejores vacaciones en mi vida. Tiempo después repetiríamos en Monte Hermoso. Esta vez sin el 'Pilo' pero con la misma alegría y las ganas de vivir y de pasarla bien de siempre.
Este fue mi primer post. Algo simple, pero que de alguna manera refleja un momento muy especial en mi vida.
Eze



1 comentario:

  1. Es así. Los mejores momentos, suelen ser los que no se planifican! Buen punto de partida para comenzar...

    a darle rienda suelta a las ideas!!
    bienvenido al "clú"

    Lu

    pd: "pruebas", ponga pruebas del hecho batisttella!!!

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