jueves, 15 de octubre de 2009

La noche del ¿10?, una vergüenza...

Miércoles 14 de octubre de 2009. La cita: Montevideo, Uruguay. El lugar exacto: una suerte de 'templo' del fúbtbol mundial, el mítico estadio Centenario. El mismo que en 1930 cobijó varios encuentros de lo que fue la Primera Copa del Mundo e, inclusive, el partido final: nada menos que Uruguay-Argentina (4-2 para los locales). Y hay quienes cuentan que ese día, hasta el mismísimo Carlos Gardel se dió una vuelta por los camarines para saludar a ambos planteles antes de que comenzara el cotejo.
Capricho del destino (o decisión 'azaroza' producto del marketing y la TV), esos mismos seleccionados volverían a encontrarse cara a cara. El "clásico del Río de la Plata", como lo llaman. Esta vuelta, la excusa perfecta eran las Eliminatorias para la copa mundial 2010. Muchísima gente esperaba ansiosa que comenzara el espectáculo. Sí, el partido. ¿Del partido? poco y nada...un embole.
Pero no es precisamente sobre fútbol de lo que quiero hablar, sólo me sirve como una especie de marco, de escenografía. Más concretamente, quería hacer mención (y condenar, claro está) a los dichos de Diego (el apellido lo obviamos) en la conferencia de prensa. La verdad, después de escucharlo quedé atónito...y luego sentí severas ganas de vomitar. Cómo puede ser que una persona que es "cabeza de grupo", que ocupa el cargo o función en la cual se desempeña, que debería mantener la mente fría y el corazón caliente aún en los momentos más complicados, se refiera a un trabajador de prensa (me importa un 'bledo' quien sea) en esos términos. Es un maleducado total y absoluto.
Por favor!!! Ahora resulta que la prensa es la culpable de que este equipo (al que yo más bien llamaría "suma de voluntades individuales", porque de sentido colectivo, bien gracias...no tiene nada) halla llegado a estar en esta situación. Aquí se careció de una idea, de un "saber qué hacer" dentro de la cancha, de un libreto que los jugadores sepan interpretar cual actores de Hollywood.
Con la sola motivación no alcanza, hay que trabajar en serio. Expuesto de esta manera, no es casualidad que la Argentina, otrora una de las 5 mejores selecciones del mundo, esté hoy donde está.
La prensa no es más que un nexo -sumamente importante y necesario- entre la realidad y el público. Y su función es precisamente la de transmitir lo que pasa, contar dónde, cuándo, entre quiénes y por qué o para qué es que sucede. Después es verdad, ovejas negras hay en todos los ámbitos. Pero en honor a los periodistas serios y responsables, lo de anoche -estimo- llegó demasiado lejos. Y devino en un ataque a la prensa en general, a la profesión misma -noble, si las hay-.
Simplemente -y más allá de esas típicas dualidades amor-odio que este humilde comentario pueda suscitar-quería expresar mi indignación por aquéllo. Y espero, deseo que no vuelva a repetirse. Por el bien de la prensa, del fútbol como deporte, de la libertad de expresión y de toda la gente.
Queda planteada mi impresión personal. Bienvenidos los comentarios!
Eze

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